KAZBEK 2015 (GEORGIA)


Aunque habitualmente no es necesario encontrar una excusa muy especial para subir una montaña, en esta ocasión si tenemos esa “excusa”: ¿por qué ascender el Kazbek?: pues por cuatro razones:


1) porque es alto (con sus 5.033m pasa de la barrera psicológica de los 5 mil metros)
2) porque es bonito (un volcán cupuliforme que se yergue sobre una zona de bosques y glaciares)
3) porque es accesible (se parte de Stepantsminda a 2h30min en coche de la capital Tbilisi
4) porque no es muy técnico pero presenta una parte entretenida con una última rampa de 40-45º de unos 400 metros.


En definitiva, un bello cinco mil en el Cáucaso que se puede acometer en una semana desde casa. Demasiado atractivo como para no intentarlo.


Georgia es un país situado a caballo entre Europa y Asia. Aunque geográficamente es asiático, política y culturalmente se considera parte de Europa. Su parte norte limita con la cara sur de la cordillera del Cáucaso. Hay dos zonas populares para la práctica de las actividades en montaña: la del Kazbek y la de Svanetia (el núcleo urbano es Mestia).


Esta parte del Cáucaso es bastante accesible, pues tan solo 6 horas de avión (escalas aparte) separan España de Tbilisi, capital de Georgia. Desde Tbilisi a Stepantsminda (1.700m) son poco más de 2h30min en coche (algo más en transporte público). De esta localidad parte la ruta hacia el CB, a 3.665m en el refugio Bethlemi hut (o en tienda en esa zona). Se pueden obviar los primeros 500 metros subiendo en coche hasta la iglesia de Sameba (2.200m) y también se puede alquilar un arriero y un caballo (80EUR) para portear el material hasta el final del glaciar de Gergeti.


Tras salir un viernes por la tarde de España, dedicar a Tbilisi el sábado e ir a  Stepantsminda el domingo, el lunes por la mañana estábamos en la iglesia de Sameba preparados para comenzar el ascenso al CB. El camino está bien marcado y se inicia al principio por un bosquecillo de árboles bajos para enseguida ir ganando altura por una zona de pastos. La meteo era mala, pues nos acompañó primero una niebla y fina lluvia (que nos impidió observar el paisaje) que después se transformó en viento y granizo (a veces intenso y molesto). Se llega a un collado (el paso de Arsha) que abre el acceso ya a un terreno rocoso típico de la alta montaña. Tras atravesar no sin dificultad un arroyo crecido por las lluvias, alcanzamos el glaciar de Gergeti, glaciar que remontamos transversalmente para alcanzar el refugio.


El refugio de Bethlemi es un destartalado edificio, bastante deteriorado según los estándares occidentales, donde toda la enjundia se concentra en el comedor, alrededor de la estufa.

Esta expedición se inició un poco gafada para mí, pues el día pasado en Tbilisi sirvió para que enganchase una más que generosa diarrea que no me abandonó hasta 48 horas después, ya en el refugio, dejándome algo más que tocado.

Compartimos refugio con más gente, casi todos de países del este (Polonia, Rusia, Eslovenia) y unos daneses junto a una pareja de franceses que lo intentarán con nosotros.


El martes continúa el mal tiempo, con frío (no subimos de los 5ºC), aunque lo peor es el viento y que la cumbre está cubierta por una nube lenticular de manera casi perpetua. A ratos despeja parcialmente pero se vuelve a cubrir enseguida. Hacemos un paseíllo de aclimatación hasta una capilla cercana, a unos 200 metros por encima del refugio.


El miércoles persiste la meteo desfavorable y la presión atmosférica no cambia. Hoy nos vamos hasta el collado, a unos 4.300m. El paseo es bonito y aunque todavía algo cansado, no tengo problemas con la altura. No estoy recuperado de la diarrea de los días previos y la comida es mala y escasa.


Jueves. El día D para acometer la ascensión. Pero toda la ilusión se desvanece porque aunque la tarde del miércoles la meteo mejoró un poco, de madrugada comenzó de nuevo a ventear y ya no hubo opción. La montaña permanecía cubierta y un intenso viento frío barría todo el CB. Decidimos pues bajar. El resto de las expediciones se habían bajado ya el día anterior y otras (al igual que nosotros), lo hicieron ese día. Mientras arriba el tiempo seguía muy malo, en las cotas inferiores el tiempo era mejor y pudimos disfrutar del paisaje que no vimos al subir. Llegamos a Stepantsminda y de ahí, tras recoger todo, a Tbilisi, donde nos intentamos consolar con una buena cerveza para celebrar el amargo regreso. Que jodida es la derrota, cualquier excusa que se ponga no sirve para sacarse esa mala sensación que es venirse sin la cumbre.


Al final, por quedarme con algo positivo, es el descubrimiento de una ciudad que no suena mucho pero que me sorprendió: Tbilisi, la capital de Georgia (conocida hasta 1936 como Tiflis). Es una ciudad dinámica, con mucho ambiente, con varios miradores que permiten observarla desde las alturas, con muchas iglesias ortodoxas frecuentadas por una devota población, con sus edificios esplendorosos (algunos en ruinas, otros bien rehabilitados que reflejan que tuvo un pasado más que glorioso) y sus calles adoquinadas. También sorprenden los retazos de una arquitectura moderna bien implementada en esta histórica ciudad, que formaba parte de la ruta de la seda.


Tampoco estuvo mal la escala en Estambul, para pasar a la parte asiática (barrio de Uskudar), a ver el ocaso y degustar un exquisito bocata de arenque.


Enlaces:




Mapa de la zona
 
El pueblo de Stepantsminda

La cocina del refugio, lugar de encuentro

Nuestra habitación, las más lujosa del refugio


Vistas del Kazbek en uno de los momentos en que se dejó ver


La ruta hacia el oeste desde el refugio

La fachada del refugio

Glaciar Gergeti


La casi eterna nube que cubría el Kazbek



La White Cross

La Black Cross

Hacia el collado






La parte final de la ascensión

El "plateau" próximo al collado







La iglesia de Sameba asomando entre la niebla

 


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