CICLOTURISMO EN EL NOROESTE DE PORTUGAL: RÍOS MIÑO Y LIMA
En el noroeste de Portugal hay dos
estructuras ideales para el cicloturismo: la Ecopista do Minho (Miño) y la
Ecovía do Lima
La Ecopista del Miño es un antiguo
tramo ferroviario pavimentado que recorre el último tramo este río en su
frontera con Galicia desde Monçao al este hasta algo después Vilanova de
Cerveira al oeste.
La Ecovia do río Lima (Limia en Galicia) es
otra vía adaptada para su uso pedestre y ciclista que recorre gran parte del
valle del río Limia, desde cerca de Viana do Castelo en la costa hasta el
interior (Arcos de Valdevez).
En esta actividad cicloturística de
3 días he unido esas dos vías con el regalo de disfrutar tanto de la naturaleza
(último tramo y desembocadura del río Miño, costa atlántica y río Limia), como
de varias localidades del norte de Portugal especialmente hermosas, como son
Valença do Minho, Vilanova de Cerveira, Caminha, Viana do Castelo, Ponte da
Lima, Ponte da Barca, Arcos de Valdevez y Sistelo.
Con 45 km absolutamente planos
por una hermosa pista, es un día cómodo para desentumecer las piernas. Hay ecopista
hasta Lanhelas (después de Vilanova) y posteriormente solo se trata de llegar por un
breve tramo de carretera a Caminha. Podemos hacer noche en Caminha (interesante
de visitar) o ir al camping de la Mata do Camarido (bosque y arenal en la
desembocadura del río Miño que no hay que perderse).
En mayo de 2018 estaba en obras
la Ecovía del Litoral Norte. Desde la Mata de Camarido (que repetimos vale la
pena visitar para ver la desembocadura del Miño en el mar y atravesar su
espléndido bosque) la pista pavimentada llega hasta la villa de Áncora. A
partir de ahí hay tramos parciales ya hechos, pero otros están todavía en obras.
En un futuro próximo se podrá llegar a Viana do Castelo por esa ecovía. De
momento no queda otra que aprovechar caminos, pistas, tramos de tablas y
segmentos del Camino Portugués de la Costa. No es difícil orientarse porque se
discurre paralelo al mar. Vale la pena desviarse o pararse para ver la agreste
costa atlántica, con varios “castelos” (baluartes costeros) y la desembocadura
del río Afife. Tras descansar y comer en Viana (vale la pena una visita),
proseguimos hacia el interior remontando el valle del río Lima. Yo hice un
incómodo tramo por carretera antes de tomar la ecovía, pero después me dijeron
que esa ecovía llega hasta Viana, ahorrándonos ese tramo de carretera. Y además
hay la opción de hacerlo por las dos orillas: la norte (que nos evita tener que
atravesar el puente en Viana) y la sur (la que yo seguí). La ecovía es una
pista de tierra ancha y cómoda de ciclar que va paralela al río y que nos
dirige a la muy bonita villa de Ponte de Lima. 62 km.
Este tercer y último día se hizo
largo. Seguí por la vertiente sur del río Lima hasta la villa de Ponte da Barca,
con una breve parada para visitarla. A partir de esta localidad la ecovía
seguirá por un afluente del río Lima, el río Vez. La ecovía ahora ya es más
estrecha, a veces solo un sendero y aunque fácilmente ciclable a veces toca
echar el pie a tierra. Continué hasta Arcos de Valdevez, dejando el río siempre
a nuestra derecha. Sigue siendo fácilmente ciclable, pero estrecho y más
frecuentado por senderistas. Al llegar al puente medieval de Vilela, tenemos la
opción de seguir por la ecovía hasta Sistelo (que es lo que hice yo) o desviarnos
a la carretera. Recomiendo esto último porque a partir del puente la ecovía se
hace muy incómoda para pedalear, con tramos de sendero descompuestos,
empedrados o con subidas/bajadas algo rotas (incluso hay que subir una zona con
escaleras). En todo caso, una vez llegados a Sistelo, toca seguir por la
carreta hasta la Portela de Alvite. A partir de ahí solo queda una larga bajada
a Monçao. 71 km.
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