Actividad cicloturística llevada a
cabo en el Parque Natural del Alto Tajo y Serranía de Cuenca (provincias de
Guadalajara y Cuenca) la primera semana del mes de junio de 2018.
Para acceder a esta ruta hay que
dirigirse al bonito pueblo de Molina de Aragón, punto de entrada más habitual a
esta impresionante zona del centro de la Península. Una gran masa forestal
acompaña a un complejo y bellísimo sistema de cañones y hoces fluviales que le
dan personalidad propia. A esto se suma una abundante red de senderos marcados
y, desde el punto de vista cicloturístico, una extensa red de pistas forestales
ideales para esta actividad.
Realizamos en autosuficiencia
(tienda, saco, hornillo y comida) una travesía de cuatro días más un quinto
dedicado a una circular en el cañón del río Gallo. Los días de travesía
seguimos (con variaciones) la ruta propuesta por la revista oxígeno (noviembre
de 2013, disponible en este link).
Para acampar hay que solicitar permiso
en la delegación provincial de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente en
la dirección pnaltotajo@jccm.es
Tras un largo viaje desde casa,
pernoctamos en el área de acampada de la Fuente del Berro, muy cerca de Poveda
de la Sierra. Desde ese punto iniciamos la ruta siguiendo la ancha pista
forestal que transcurre paralela al río Tajo hasta el puente de San Pedro. Poco
antes de llegar a este puente nos desviamos a Zaorejas para visitar el Centro
de Interpretación del parque (son casi 6
km de subida y otros tantos de bajada que nos hubiésemos evitado de haber
encontrado el otro centro en Corduente, cerca de Molina de Aragón el día
anterior). Tras pasar el puente seguimos carretera arriba hasta un desvío a la
derecha que nos baja hacia la orilla del río Gallo. Debido a las abundantes
lluvias el vado que lo atraviesa estaba anegado, obligándonos a realizar un
delicado porteo para poder subir hasta el bonito pueblo de Cuevas Labradas.
Iniciamos
el día subiendo una pronunciada pista de tierra que nos deja en lo alto del
cordal. Una delicia la parte alta de este cordal, que da acceso a tres
miradores (es la ruta de los miradores) y que finaliza bajando a Baños de Tajo.
Continuamos hasta Taravilla y en la bajada de la carretera que lleva a Poveda
nos desviamos a la izquierda para tomar una pista forestal ascendente que nos
llevará a la laguna del mismo nombre. Continuamos por esa pista forestal hasta
entroncar con la carretera que nos deja en Peralejos (1 km antes, en el
camping).
Comenzamos el día subiendo por la
carretera que pronto se desvía a la derecha para coronar un puerto de montaña.
Comienza a llover y la ruta se disfruta menos. Tras una bajada espectacular
llegamos a Chequilla, encantador pueblo inmerso en pináculos rocosos que sirven
como parte de las viviendas. Tras parar en el bar del pueblo seguimos bajando
hasta Checa. Ahí se inicia una increíble pista forestal de unos 30 km, preciosa,
fácilmente ciclable, que transcurre entre prados, bosques y alguna alquería. En
el puente sobre el Tajo tomamos otra pista forestal, ésta más incómoda por ser
pedregosa y que va subiendo hasta un alto. Ahí la abandonamos para bajar por el
nacimiento del río Júcar, por el barranco del Infierno. La abundancia de
lluvias destrozó el camino, que en parte estaba anegado. Después de ese tramo
seguimos bajando hasta Tragacete, aunque acampamos en la fuente de San Blas, a
unos 4 km antes de llegar a esta población.
La idea era seguir el track de la
revista oxígenos hasta Poveda, pero no fue posible. Tras bajar desde San Blas a
Tragacete, comenzamos la subida por carretera. Decidimos seguir la carretera
porque el día es muy lluvioso, obviando el que intuimos sería un magnífico
recorrido por pistas forestales. Empapados paramos en un bar en el inicio del
sendero al nacimiento del río Cuervo. Tomamos unos huevos fritos con chorizo al
lado del fuego y dejamos las bicis en el bar para visitar el nacimiento del río
durante una escampada de la lluvia. Después continuamos la penosa subida por la
carretera bajo la lluvia y la muy incómoda bajada con viento y más lluvia hasta
Beteta. Decidimos parar ahí y no seguir hasta Poveda que estaba solo a unos
10km, pero el día era muy malo y estábamos empapados. Nos dejan el
polideportivo y acampamos ahí. En el bar uno de los vecinos se ofreció a llevar
a uno de nosotros hasta Poveda para recoger la furgoneta.
Nos
vamos hasta el pueblo de Ventosa, cerca de donde sale la ruta de este cañón. A
pesar de su fama, no es más bonito de lo que habíamos hecho. Está bien la
ermita y hospedería del comienzo, pero nada más. Terminamos cerca de Cuevas
Labradas y atravesamos de nuevo el río, esta vez ya por el vado despejado.
Completamos por carretera para hacer la ruta circular.
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